Análisis
y acotaciones sobre “LA ENTRADA DEL GRAN
PODER: Una historia de poder y estatus de ser individual a ser colectivo” Por:
Pablo Aranda Manrique
Freddy Calderón Choque
“Lo que la escultura es al bloque de mármol,
la educación es
al alma” Guerra Alberto
Todo lo que proviene de la
formación de una cultura nativa es de
difícil investigación y tiene muchas
aristas, varios autores
ya discutieron sobre la
denominada ciencia del folklore. Un
valioso acopio heurístico realizado por investigadores entendidos en folklore, nos ayudaran a comprender sobre las manifestaciones culturales y las expresiones
del denominado “folk” urbano, que se realiza precisamente en el radio urbano de
la ciudad de La Paz, cuyo nombres es la entrada del Señor del Gran Poder. Etimológicamente
hablando de folklore se compone de dos sustantivos anglosajones:
“(…)
folk que se traduce como pueblo y lore que se refiere al saber popular, como
supervivencia del saber o conocimiento popular” (PÉREZ, 1999 :70)
Por inferencia y como
indica el autor del artículo que estamos
analizando, hace referencia “al saber
del pueblo”, también se podría decir que es
la expresión cultural de la nueva “realidad” social, que en américa se vivió
por el choque de diferentes culturas. Algunos estudiosos sociales manejan
términos como “supervivencias “y
“tradiciones populares” otros nos dicen
que el folklore, por su dinámica y
función social, se constituye en una
necesidad de expresión, de comunicación, de identidad grupal y personal.
“(…)
proceso que es la aplicación y realización de los anhelos, deseos y propósitos reprimidos que
se compensan en alguna de las formas de
manifestación folklórica” “entre los “folk-,mays” que son los usos y prácticas
dentro de la cultura popular en el recinto urbano preferentemente, así como una
serie final de “folk-wises” cuyo
significado se refiere a ciertas reglas de comportamiento en los juegos que se constituye otro modo de patrón
cultural”. (GUERRA, 1998 :11).
Diferentes autores aseveran que el folklore verdadero es
comunitario porque tiene objetivo e
intereses comunes, esto se presenta según SANTORE (1981:12) con mayor frecuencia en las zonas rurales el
folklore practicado en las urbes no es comunitario.
“De
ahí que no sea un fenómeno folklórico absolutamente hablando. Varios o muchos
son participes del mismo. Pero, no todo.
Siempre ha de ser un objeto extraño, cuando no curioso, a la sociedad
industrial” (SANTORE, 1981. Op.cit.)
Existe
contraposiciones con los procesos
sociales llamados folckorizados, como en el caso de la festividad la entrada de Jesús del
gran poder, los autores que discrepan con estos procesos sociales llamados
folklorizados, también manifiestan que los llamados folklorólogos a pesar de tener muchos documentos folklóricos, estos no
lograron caracterizar plenamente al sujeto y el discurso popular.
“Pero, de pronto, lo más que se reprocha a los
folkloristas es una inadecuada forma de insertar el hecho folklórico en las
sociedades industrializadas y galopantemente masificadas, de hecho no logran
reformular su objeto de estudio de acuerdo con el desarrollo donde los hechos
culturales raras veces tienen los rasgos que define y valoriza el folklor” (GARCIA,
apud PEREZ, 1999:73 )
Para
Canclini también el folclor está
constituido por un conjunto de bienes y
formas culturales tradicionales, principalmente de carácter oral y local,
siempre inalterables, que además constituye lo esencial de la identidad y el
patrimonio cultural de cada país.
En
todo lo que se ha visto acerca del concepto de folklore, la discusión no solo se sustenta en qué
o qué no es folklore o a que manifestación
se la denomina, pues aún se debate entre lo tradicional y lo popular. Tras haber realizado un breve
repaso al concepto de folklore, nosotros
lo llamaremos a la acostumbrada festividad de Jesús del Gran Poder, como una manifestación popular
que abre un camino para el análisis crítico, no solo en un aspecto
unilateral pero en el artículo que analizamos, el término que se le da al
fraterno es de folklorista. Con este término, ARANDA se refiere al anhelo de dominación del
prójimo a través de la ostentación y no así al llamado netamente folklorista, en su concepción como tal,
demuestra que el individuo tiene la necesidad de escalar en la sociedad.
“(…)en un comportamiento propio de la acción
de la toma de poder, reafirma su autoestima, al adoptar un rol en este caso el
individuo que pasa a la categoría de fraterno, aunque el término evolucionado
es folklorista”(ARANDA,S/F:1)
Además de diferenciar para calificar
un acto de danza en tradicional y/o popular, se construye otra
identidad grupal y/o personal. En una
manifestación que se muestra claramente
en la festividad, el danzante fraterno adquiere en la manifestación popular una
máscara para alcanzar y empoderar se e así “aplacar
los anhelos, deseos y propósitos
reprimidos” como mencionaba (GUERRA, 1998:11).
“La
entrada del Señor Jesús del Gran Poder, nos permite a partir de la realidad hacer historia. Es el
tema de la cotidianidad, el encuentro del individuo con su ser colectivo a
través de su cultura, con la determinación de ascenso en la escala social, al
cual responde su ser,” (ARANDA, S/F. op.cit.)
El artículo también nos
muestra que estos grupos populares tienen una bien conformada organización y políticas institucionales que existen
al interior de los grupos. En este ámbito los usos y prácticas dentro de
la cultura popular en recintos urbanos,
es precisamente lo que se demuestra en la entrada del Jesús del gran
poder. Tras haber logrado la conquista
de su autoestima momentánea, el danzante también precisa tomar las
calles de la urbe, para mostrar su poder al infringir normas y reglas de una
sociedad totalmente tolerante.
“Fueron
así conquistando calles y avenidas, ampliando
el territorio, aunque después de la fiesta quienes ostenta poder, estén
diseminados en toda la ciudad y en el alto” (ARANDA,S/F. op.cit.p. 4)
En este denominado
empoderamiento no solo influye la cuestión de la máscara pero también una búsqueda constante de estatus y
poder económico para sentirse realizado por lo menos mientras dura la
festividad. La espera para la llegada de la fiesta es larga, los días son contados uno a uno,
el dinero es ahorrado centavo a centavo,
los trajes son confeccionados con los mínimos detalles el único desahogo del fraterno es participar de la fiesta.
“Al
punto que algunos fraterno para demostrar
su poder económico, solo alquilan las joyas que llevaran en la fiesta y
en algunos casos arriesgan dinero, casas y propiedades con el fin de pasar el
preste o corresponder a los invitado” (ARANDA,S/F:10)
Con el pasar del tiempo se ha visto en la
historia de la humanidad que el hombre
siempre ha buscado la necesidad de
ostentar el poder, el control para satisfacer su propio ego. Esta búsqueda constante de
poder se ha enmarcado en diferentes
aspectos como ser: el poder político
sobre las masas, adquirir el poder a través
del dinero, adquirir poder a través
del conocimiento y educación entre
otros.
Ya el autor del artículo
que analizamos “LA ENTRADA DEL GRAN PODER:
Una historia de poder y estatus de
ser individual a ser colectivo” escrito por
Pablo Aranda Manrique también hace relación de la festividad con el
tema de la cotidianidad.
“(…)el
encuentro del individuo con su ser colectivo a través de su cultura con la determinación de ascenso en la escala social , al cual responde
su ser, en un comportamiento
propio de la acción de la toma del poder, reafirma su autoestima”. (ARANDA,S/F:op.cit.p.1)
Además de la toma de poder, en diferentes aspectos dentro
la festividad de Jesús del Gran Poder,
el fraterno entra en el juego del
desencadenamiento sexual a través del
encadenamiento festivo religioso. Si
analizamos desde varios ángulos no solo nos muestra la toma de espacios de la urbe paceña pero
también una cierta opresión en contra de la mujer. Esto nos muestra la falta de educación intrafamiliar y respeto
al próximo.
“Para
la década de los setenta los grupos permitían el ingreso de homosexuales que
bailaban de mujeres a manera de figuras de la danza.” (ARANDA,S/F:op.cit.p.9)
El tema de género es otro
tema a ser discutido. Violencia contra la mujer dentro y fuera de cualquier
entorno, ahora se la observa dentro de la danza. Como bien se sabe, la mujer siempre sufrió de discriminación, rara vez ocupaba espacios en la sociedad. Como lo que acontecía en los años setenta dentro de los grupos de danza del gran poder, está demostrado
que el acto de danzar o bailar en una fraternidad ya es un estatus de poder. En términos de genero
la mujer siempre ha luchado por ganar espacios,
ahora se puede apreciar ahora también está en la danza que es una manifestación social.
Es así que se ha
incrementado los grupos de danza
femenino inclusive con nombres interesantes como “las auténticas Mamacitas Huyuyuy de los catedráticos” está clara la necesidad pertenecer a la escala del estatus, de tan solo pensar
ser una mamacita de algún catedrático,
pero ¿por qué los catedráticos? Y ¿por qué no otros?
Este fenómeno acontece
no solo en la entrada del Gran Poder
también se puede valorar en el Carnaval de Oruro y otras manifestaciones
populares, culturales y tradicionales. Además
en nuestros días, las mujeres superan a
los hombres al interior de los grupos de danza tanto en número como en
elegancia, colorido, brillo y ropa de valor demostrando oro y paños de ceda y vicuña.
El poder del gran poder como señala ARANDA (S/F) nos muestra al individuo
dentro de la danza con autoestima baja,
con falta de identidad personal con necesidad del ascenso en la escala social, para reafirmar su
inseguridad falta de conocimiento.
Estos aspectos del
comportamiento humano solo se pueden
revertir a partir de la educación. La realidad
festiva es también reflejada en la sociedad al interior de muchas familias
y se requiere tener diversas formas de producir y aplicar conocimientos a estas carencias Esto
no significa que no estemos de acuerdo con las manifestaciones populares pero necesitamos poner en marcha
una nueva lectura de la situación de la realidad nacional, desde un enfoque que
contemple el pleno ejercicio del principio de la diversidad cultural, sin
confundir libertinaje con libertad y también asumiendo el
respeto al otro. La baja autoestima y la inseguridad solo se supera con conocimiento y con
la formación de un carácter identitario en
nuestra sociedad y también si dejamos
de lado nuestros prejuicios.
Bibliografía
ARANDA, Manrique Pablo “LA
ENTRADA DEL GRAN PODER: Una historia de poder y estatus de ser individual a ser
colectivo”
GARCIA, Canclini Nestor citado
por PEREZ, Portanda Ruben “Por una promesa de fé” Adolfo Oruro 1999
GUERRA, Gutiérrez Alberto
“Estampas de la tradición de una ciudad 1998 Oruro”
SANTORE,O.P.,Salvador J.A
“De la naturaleza del fenómeno folklorico”, en Folklore= folklore.vol.2,n.5.Oruro
1981
Universidad Técnica de
Oruro, policopiado para la Fraternidad Artística y Cultural “La Diablada” mimeo
Oruro (S/F)